lunes, 14 de noviembre de 2011

Mi cumpleaños

Buenas de nuevo.

Como creo que ya sabréis ha sido mi cumpleaños, concretamente ayer. 26 añitos fueron los que me cayeron, he entrado en el club de "los veintimuchos". Pero bueno, no es tan terrible, por lo menos no estoy de momento en el de los treinta...

El caso es que quiero contar mi cumpleaños. No ha sido nada especial, ni terrorífico, ni original... pero me apetece contarlo.

Días antes de mi cumpleaños me sumergí en un halo oscuro de depresión, empezando a lamentar mis años, las cosas que no he terminado aún, las que ni siquiera he empezado, lo que he perdido, etcétera. Por alguna razón que aún no tengo muy clara, a pesar de mi estado de ánimo, decidí salir a celebrarlo. Y como me sucede normalmente, cada vez que organizo alguna salida con mis amigas, siempre, siempre, y repito, siempre, caigo enferma. En esta ocasión un resfriado que me tenía totalmente congestionada. A penas podía respirar. Aún así salí a festejar mis 26, al fin y al cabo, 26 sólo se cumple una vez en la vida, (como todos los demás).

No puedo decir que tengo muchísimas amigas, pero sí muchos grupos de amigas, me explico. Tengo una amiga desde la infancia, amigas-familia, amigas de la escuela, amigas del trabajo, y suma y sigue. Y no me gusta juntar los grupos, porque me he dado cuenta que entre ellas son incompatibles, el único nexo común soy yo, pero entre ellas no se crea un buen grupo. Entonces decidí salir con mis amigas del trabajo (ex-trabajo).

No voy a dar el nombre específico de cada una de ellas, serán Rosa, Verde y Rojo. ¿Por qué esos colores? pues... porque sí. Cada una de ellas son completamente distintas. Rosa es muy dicharachera, a veces bastante metomentodo, pero en el fondo, buena gente, por eso la cuento entre mis amigas. Además acaba de tener una difícil ruptura con su novio, después de 9 años estando juntos. Resumen: él un cabrón que se tiraba todo lo que se moviese, y ella una cornuda. Aunque si lo cuenta ella es distinto lo que cuenta, ("él sólo mandaba mensajes guarros a todas"), pero bueno, quien sea más feliz engañándose, pues que así sea, no voy a ser yo quien le diga lo contrario.

Luego está Verde, ella es una monería de muchacha, chiquitita, pijina y con la que da mucho gusto hablar, léxico perfecto y frases coherentes. Es la más mayor del grupo y a veces se comporta como la hermana mayor, e incluso como nuestra madre. El año que viene me tocará asistir a su boda (¿iré acompañada?). Verde me pidió permiso para invitar a Azul, una tía que no se la puede llamar sosa, pues esa palabra le viene bastante escasa, y a Blanco, otra amiga suya que no había visto en mi vida. No me negué claro está.

Y por último tenemos a Rojo. Ella no la considero una amiga, tampoco una enemiga, es simplemente una ex-compañera con la que aún tengo relación. Una amistad con ella estaría basada única y exclusivamente en el sexo. Sí, habéis leído bien, sexo. Su mayor meta en esta vida es, y os pido perdón por la expresión, follar cada día. Y como he dicho miles de veces, el sexo nos gusta a TODOS, pero siempre hay que tener un poco de cabeza a la hora de practicarlo. A ella ya le ha pasado de todo, desde una niña, y demás problemas de "salud íntima".

Pues bien, mi cumpleaños iba a comenzar horas antes del mismo, es decir, el sábado por la noche. En principio iba a ir también al teatro con Rosa, pero decidí a última hora que no iba a ser posible, pues supondría tener que empezar a arreglarme a la 4 de la tarde. Así que decliné la invitación y ella al final fue con su madre al teatro. 

Como ya he dicho estaba bastante congestionada y me faltó hacer un rito zulú para quitarme esa sensación de ahogo. Pero nada función, así que a las 7 empecé a adecentarme. Ducha interminable, con música por supuesto, esa que no falte nunca. Creo que en la ducha emplee casi una hora de mi tiempo. Pero luego venía lo ¡peor!, peinarme. Como la mayoría de las personas que leen este blog no lo saben, haré un breve resumen de mi pelo: muchísimo y lisísimo. Decidí rizarme el pelo :D. Sólo tardé una hora y media en hacerlo. Creo que después de esto estoy totalmente capacitada para levantar 1000kg con cada uno de mis brazos. 

Después de haberme pasado tanto tiempo peinándome me rocié prácticamente un bote entero de laca, no sirvió de mucho, al final de la noche no se podía hablar en ningún caso de rizos. Maquillarme, tardo bastante menos que en peinarme. El caso que a las 10:15 yo ya había terminado de arreglarme. Habíamos quedado todas en la puerta de un chino donde íbamos a cenar a las 10:30. Rosa tenía que venir a recogerme al salir del teatro. La obligué a ello, ella no bebe nunca y yo... ¡¡pues tenía que celebrar mis 26!!

Recibí un whatsapp de ella, se retrasaba. Ni que decir tiene que estar esperando toda emperifollada, con tacones incluidos y sin poder hacer nada por si el modelito se estropea, ¡ES UN AUTÉNTICO ENGORRO! al final llegamos casi a las 11 de la noche.

Una de las primera cosas en las que me fijé fue que todas iban con zapato plano, una vez más había sido la única en ponerme tacones, y luego se quejan porque me canso antes. ¿Y qué culpa tengo yo?.

Empezamos a comer y Rojo nos comenzó a contar que había quedado con un que había conocido por internet hacía dos días al cual ya le había visto prácticamente desnudo. Algo que no nos pilló de sorpresa a ninguna. 

Pasadas las 12 de la noche comenzaron a llegar sms y whatsapp a mi móvil para felicitarme. El primero de todos, el de mi madre, por supuesto. Después mi amigo Jordi y de Mariajo. Recibí uno especial; MI PRIMER SMS DE FELICITACIÓN EN ALEMÁN. Como no podía ser de otra persona, era de Christina, mi querida alemana. A pesar de ser ya mi cumpleaños, ninguna de las presentes fue capaz de felicitarme.

A la 1 de la noche, y con unas cuantas copas de sangría dentro, me levanté y dije "¡Todavía estoy esperando que me felicitéis"!. Verde con toda la cháchara no se había percatado que ya eran más de las doce, se levantó, me plantó un par de besos y me felicitó. Las demás no lo hicieron. Rosa esperó a que nos levantásemos de la mesa, Blanco, a pesar de no conocerme de antes y de no saber que era mi cumpleaños también lo hizo. Azul, la amiga ultra sosa de Verde y Rojo, mi supuesta amiga del trabajo, se hicieron las suecas. Ninguna de las dos fue capaz de tener el gesto cortés de decir felicidades. ¡En fin!

Verde me contó que tenía en casa un inhalador milagroso que quitaba la congestión, así que pasada la 1 de la noche nos acercamos todas hacia su casa a buscarlo. Curiosa fue la imagen que tuvieron algunos transeuntes mía. Tirada en un banco, con la cabeza mirando al cielo, para que la medicina actuase mejor, durante 10 minutos.

Acabamos en una discoteca bastante mala, porque a todas les hizo gracia la coincidencia, se llamaba Vía 26 y yo cumplía 26. Y era mala porque la música, si se le puede denominar de esa forma, era pésima, pachangueo, bachatas, y demás. Por no hablar de la iluminación, estaba literalmente deslumbrada. De manera intermitente me venían fogonazos de luz. A penas podía abrir los ojos.

Estuvimos  allí bastante tiempo a pesar de la baja calidad del local. Y yo veía que el rictus de Rojo se iba ensombreciendo por momentos. Su nuevo amiguito no la llamaba para llegar a su gran meta personal. Harta de la música, los fogonazos, la sosería de algunas y de mis tacones, le dije a Rosa que nos fuesemos a tomar un poco el aire. Al final decidimos irnos nosotras solas a una terraza a hablar, pues las otras querían seguir en ese local.

A las 4:30 llegué a mi casa bastante achispada y cansada.

A la mañana siguiente empezaron a llegar más mensajes, "blu blu", así suenan. El primero fue a las 9:30, cogí el móvil para leerlo, lo cual me costó bastante, y decía "Felicidades!, Douglas le obsequia por su cumpleaños con un 20% de descuento...". "Puto Douglas" pensé. Conseguí de nuevo dormirme cuando, a las 10 de la mañana de nuevo, "blu blu". Era mi tía, que recientemente ha descubierto el programa whatsapp. "felicidades". A los 3 minutos: "sobrina". Otros 3 minutos después: "que lo pases bien en tu día". Y 3 minutos más una cara sonriente. Quité el sonido directamente.

A las 12 de la mañana me volví a despertar. Me costó levantarme aproximadamente 20 minutos, en los que mi cerebro intentaba mandar órdenes a mis brazos y piernas, pero estas no obedecían. Tenía una resaca considerable. Y me venían estúpidas gracias a mi cabeza como; "con 25 aguantaba mejor el alcohol".

La primera de las invitadas en llegar fue mi queridísima amiga Vero. Ya he hablado de ella en innumerable ocasiones pero lo vuelvo a repetir. Es mi amiga de toda la vida, mi padre incluso para referirse a ella la llama "tu Vero", nos conocemos desde que éramos enanas. Hemos compartido miles de experiencias y con ánimo de seguir haciéndolo. Ella entra dentro de mi lista de familia. Me hizo unos regalos estupendos, pero sólo os voy a hablar de uno en concreto. Pero después.

Llegaron mis tíos, todos ellos, que no son muchos, pues mi padre es hijo único y mi familia se reduce a la familia de mi madre. Y vino después mi enano. Mi sobrino mayor. Llevaba toda la semana gritando a unos decibelios no permitidos por la ley, que iba a ser el cumple de si tía Laura y de su tío Raul. Como ya he dicho también, soy melliza.

Mi peque se me tiró a los brazos, me dio un beso enorme con abrazo incluido y me dijo "¡Felicidades tía!" Este es mi mejor regalo. Mis sobrinos son mi orgullo. Lamentablemente el pequeño no puedo venir. Su enfermedad requiere que los demás estemos completamente sanos para que podamos estar a su alrededor. Y yo estaba muy constipada. Así que se turnaron entre mi hermana y mi cuñado para hacernos las visitas. Primero vino mi cuñado con mi enano y después mi hermana.

Cuando llegó mi hermana mi sobrino le grito "¡corre mami que se acaba!", jajajajaja. Se que hablo demasiado de mis sobrinos, pero es que son mi vida.

Hay más anécdotas de mi cumpleaños, como que me llamó mi prima, que vive un poco lejos, y no fue capaz de oírme. Fue gracioso porque le preguntaba cosas y ella no me contestaba y metía frases de relleno para no dejar mucho tiempo en silencio. O cuando me fui a la cocina y vino mi otra prima detrás y estuvimos hablando y ella acabó susurrando conmigo y cuando se quiso acercar mi cuñado para despedirse se creía que andábamos de secretitos. O cuando llamé a mi abuelo y me colgó 3 veces el teléfono porque no me oía y se creía que le estaban gastando una broma.

Estuve expectante durante el día, pues no sabría si mi ex iba a tener la decencia de felicitarme. Sí lo hizo.

Vamos que en general puedo decir que tuve un cumpleaños muy bueno. Había estado temiéndolo días antes y al final me encantó.

Y ahora aprovecho para incluir la foto del regalo de "mi Vero".


Son unos pendientes y un colgante-broche hechos por ella. El material es arcilla polimérica. Y me encanta, a parte de que esta hecho especialmente para mi, también porque me parecen muy originales.

Tiene un blog donde podréis encontrar todo lo que hace, se llama Little Things, si clickáis encima os redirigirá directamente al blog.

Bueno pues eso es todo, esto fue mi cumpleaños.

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